Tus manos vestidas de ternura impecable,tus ojos llenitos de mi rostro,
Nunca antes estuve tan desnuda ante una mirada,
Nunca antes senti el aire bajo mis alas.
Serian cortas horas de tu olor en mi cuerpo ,
Pequeños instantes de una deliciosa locura ,no tan efímera en tu piel.
Nosotros,dueños de la playa y la noche,
Y estábamos alli,amándonos con el dulce ruido del silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
escribe un comentario
responder